«Quimera», el inicio del proyecto artístico que integran Victoria Birchner y Willy González
El bajista y la cantante dieron a conocer su nuevo proyecto con un disco grabado en vivo al pie de las sierras de Comechingones, San Luis. “Volver a lo simple es la premisa de este encuentro”, expresaron los artistas.
A fines de Junio se conoció Quimera, el disco que Willy González y Victoria Birchner grabaron en San Luis. Se trata de ocho canciones registradas en vivo en el mes de abril de este año en el marco del ciclo La cuesta recibe.
La Cuesta, el estudio en donde se realizó la producción visual y sonora, está ubicado en la localidad de Carpintería, en un mágico entorno, al pie de las sierras de Comechingones, cerca del límite entre San Luis y Córdoba. El entorno sereno de la localidad conocida como «Capital del vuelo libre», resultó ideal para la estética que proponen Willy y Vicky en este disco. El repertorio incluye seis canciones populares del folklore de distintas épocas y dos obras propias aportadas por González. Además de las voces de ambos, Willy González ejecuta bajos de seis cuerdas (acústico y eléctrico) y percusión. En cinco canciones, se suman la voz y la guitarra de Ariel Hernández y en dos temas también aporta su guitarra Federico Flores.
“Volver a lo simple es la premisa de este encuentro, eso simple que nos pone de cara a la vida, como el abrazo de un hermano, la sonrisa de un amigo, el recuerdo de un tiempo feliz, la nostalgia de un lugar habitado”, expresan los artistas en la presentación del trabajo.
Con una mirada amplia, hay un equilibrio en la elección de los temas. Están los clásicos de otros tiempos, pero también hay una atención a los creadores más contemporáneos. “Es lo maravilloso de nuestro cancionero. Cantando, esa amplitud te lleva a momentos diversos, de profundidad o de picardía, todo nos define. Con Willy nos hemos encontrado y coincidimos mucho”, expresa la cantora.
La versión de Canción de las simples cosas (Tejada Gómez – Isella), resume las intenciones. “A mí me recuerda los viajes de chico con mi familia y «La Negra» (Sosa) sonando en el stéreo”, afirma Willy. “Para mí, esta canción resume lo que nosotros sentimos y buscamos en este encuentro, la formación de bajo y voz nos lleva a un punto íntimo y reflexivo. En un mundo donde hay tanto ritmo y tanto sonido, con este formato proponemos detenernos un poco y volver a escucharnos”, agrega Vicky.
Según Willy, la frase «vamos en silencio, pero vamos», resume lo que quiso decir con su tema Quimera, el que da título al disco. “Cuando vi la película La quimera de los héroes, me conmovió ver a los pobladores originarios de América peleando con lo poco que tenían, tiene que ver con esa emoción. Y haberlo grabado al pie del cerro dispara la necesidad de un cambio profundo nuestro como sociedad”, explica el autor.
De autores contemporáneos, el dúo seleccionó El otro camino (Raúl Carnota) y La repiqueteada (Ica Novo). “La chacarera de Ica es diferente a todas, nos permitió jugar con una armonía poco usual en el folklore ya que no tiene interludios, por lo cual rinde mucho en este formato de voz y bajo”, refiere Willy.
Entre las clásicas, se destaca la versión de Volveré siempre a San Juan (Tejada Gómez – Ramírez). “Hacía tiempo que quería hacer algo con un arreglo que tenga estética cuyana y nos pareció que esta zamba daba, era ideal para hacer un contrapunto de primera especie”, cuenta el bajista. “En el caso de Cuequita del desengaño (Palacios –Aguirre), Willy sostiene que: “la consideramos orgullosa y mayor, por eso la quisimos poner en el disco”.
Piedra es la otra obra aportada por González y también tiene una historia que la justifica. “Es la imagen de un hombre rezando o haciendo una plegaria a la piedra, en una mezcla de ruego y de pedido de poder comprender ciertas cosas. Habla de eso, en un ritmo ancestral como es el huayno”, dice Willy.
El disco cierra con Vidala de la copla (Chango Rodríguez), que para Willy “es una de las chayas más brillantes”. “Si bien ya la había grabado anteriormente, con Victoria encontramos un sonido diferente y además, en cuanto a la armonía, me siento muy bien y a gusto con ese ritmo”, completa.

Ariel Hernández, Willy González y Victoria Birchner durante la grabación en estudio La Cuesta. Fotos: Gentileza de los artistas
“El estudio donde grabamos está todo vidriado hacia el paisaje del cerro, así que yo siento que esta música está grabada con esa magia de la naturaleza, además de toda la tecnología que se necesita para hacerlo. Fue una experiencia casi mágica, hermosísima”, explica Vicky.
La elección de las canciones no fue fácil para el dúo. “Siempre digo que habiendo tanto repertorio disponible de nuestro precioso cancionero, hay que elegir qué queda afuera, lo cual es más difícil que seleccionar para incluir”, explica Victoria. “Fue una etapa interesante, charlamos mucho con Willy, escuchamos mucha música, eligiendo autores y repasando lo hecho en nuestros proyectos para no repetirlas, aunque sí las incluimos en los conciertos”, agrega.
“Quería ser como La Sole”, decía Victoria en sus tiempos de estudio vocal en Rafaela, su ciudad natal. Esa fue su aspiración hasta que su tío Efraín le obsequió dos discos de Jorge Fandermole que la impulsaron a torcer su rumbo estético. “Este proyecto con Willy me devuelve a aquellos tiempos en que me iniciaba profesionalmente y tomaba esas decisiones artísticas. Hoy, con este proyecto con Willy, vuelvo a esas ideas”, afirma.
Willy tiene un pasado no muy vinculado con el folklore. En 1995, luego de La Banda Latina, su proyecto de jazz fusión, reseteó sus planes y armó el primer trío de folklore con Facundo Guevara y Quique Sinesi. A partir de ahí, sus tiempos con Carnota, Falú y otros, lo instalaron definitivamente en el género.
El disco fue presentado el pasado 11 de Julio en Bargoglio, espacio artístico ubicado en el barrio de Flores, en Buenos Aires. Ahora el dúo planea una ruta de presentaciones que, entre otras fechas, tendrá a Rosario como destino, el 11 de octubre en el Gran Salón de Plataforma Lavardén.
Gracias por tan amorosa nota, siento una enorme felicidad al leerla, gracias, gracias , gracias.