En Mujeres caminantes el artista santiagueño ofrece una nueva mirada sobre parte de su repertorio. Las canciones elegidas se ven enriquecidas con la participación de músicas y cantoras que forman parte de su entorno afectivo y artístico.


Raly Barrionuevo dio a conocer recientemente este trabajo que, compuesto por diecinueve canciones, es producto de seis años de labor colaborativa con artistas mujeres de diversas estéticas musicales y procedencias geográficas.

Raly mantiene su impronta de originalidad en la forma de comunicar y difundir sus discos. 1972, el anterior a este, antes de la publicación en plataformas digitales, se difundió en seiscientas radios con un material provisto por el artista, incluyendo un diálogo con la escritora cordobesa María Teresa Andruetto, vecina de Unquillo, sitio de residencia de Raly. Mujeres caminantes ofrece, además de las canciones, ilustraciones y una serie de videos en los cuales Raly explica la realización de cada tema y da una breve semblanza de la artista invitada.

Cada canción del disco está acompañada por ilustraciones producidas por La Levina, la bailarina y dibujante que realiza su obra inspirándose en expresiones folklóricas argentinas y latinoamericanas. “Cuando Raly me invita a ilustrar sus canciones lo primero que pensé fue en lo mágico que sería para mí y mis dibujos, porque tal vez siempre dibujé su obra, la bailé o la llevé conmigo como amuleto para andar”, afirmó la artista plástica en sus redes cuando se publicó este material de Raly.

Sin ser un recorrido cronológico, el repertorio que Raly armó para este álbum está integrado por canciones de diferentes épocas. Una mujer, del disco Ey Paisano (2004), es el tema que inicia este trabajo. La letra está dedicada a su madre y Raly acompaña con el piano la voz de Micaela Vita, la integrante de Duratierra.

Del primer disco, El principio del final (1996), rescató la zamba Cenizas de tu amor, una música de Carlos Bazán que tiene letra de su tía María Elena y es cantada por Raly junto a su prima Guadalupe Toledo. En su comentario, Raly reconoce que su tía influyó notoriamente en su forma de ver el mundo desde el arte.

En 2014, Raly publicó el disco Chango, un tributo a la obra del Chango Rodríguez. En aquel álbum está su versión de la zamba De mi madre, rescatada nuevamente ahora con la participación de Eugenia Quevedo, la carismática cantante de cuarteto nacida en San Luis.

Del disco Rodar (2012), Raly tomó varias canciones. Entre ellas, la chacarera Mujer caminante, donde tiene como invitada a Patricia «Pato» Herrera, una amiga de la infancia, cantante y percusionista del grupo femenino santiagueño Soles y Lunas. El sol parece lluvia, cuya letra se disparó por una frase de su sobrino Mateo cuando éste tenía tan solo seis años, cuenta con la intervención de Luna Sujatovich en voz y piano. En El sueño de los viajeros, grabada en aquél disco con Leo García, participa la uruguaya Florencia Núñez, la rochense que Raly conoció hace unos años en Montevideo. Al costado del camino, según Raly, es una canción con la que se siente definido, tanto él como su invitada: Cci Kiu, la cantante y tecladista que suele formar parte de su banda.

Del disco Población milagro (2002), Raly seleccionó Mariana, obra dedicada a su amiga y compañera con la que compartió parte de su vida. La invitada es Rocío Taboas, voz líder de Savia Mestiza, la banda de Sierras Chicas.

El disco Circo criollo (2000) es el segundo de la discografía de Raly, cuando comenzaba a aparecer en la consideración nacional. Acá se incluye una versión instrumental de Circo criollo, tocada al estilo de los Hermanos Abalos, con la participación de Marina Abalos Gordillo, la hija de Adolfo, con Raly haciendo las voces de mando. La obra remite a la infancia de Raly, cuando el tocadiscos Winco era el juguete más preciado de él y de su hermano Daniel y donde ambos se pasaban horas escuchando los discos de los Hermanos Abalos.

De Circo criollo hay dos temas más. En su estudio de Unquillo, Raly grabó Cuarto menguante con la cantautora cordobesa Paz Carrara.  También está la profunda y emotiva La casa de mi madre, con la voz de su gran amiga Mery Murúa y con él asumiendo nuevamente el desafío de acompañar con el piano.

En Ey paisano (2004) está la versión original de Y volvió a aparecer, que en este disco suena totalmente diferente con el nuevo sonido que aportan los instrumentos irlandeses ejecutados por la invitada: la chubutense Pamela Schweblin.  Del mismo disco, Raly re-versiona Niña luna con aires de rumba flamenca con la participación de la cantaora y activista española Amparo Sánchez.

En Mujeres caminantes se canta en español, pero también en portugués y en inglés. Thamires Tannous, la cantante brasileña nacida en Campo Grande, Matogrosso Do Sul, participa en la versión de Eva luna (de Ey paisano). Llora en mí, suena mitad en inglés y mitad en español, con la intervención de su amiga norteamericana Eleanor Kaufman. Originalmente publicada en Noticias de mi alma (2007), a esta última Raly se la dedicó a su hermano Daniel en los primeros tiempos en que ambos decidieron radicarse en Córdoba.

Maggie Cullen participa con su exquisita voz y su particular estilo en Noticias de mi alma, aire de zamba que dio título al disco homónimo de 2007. En el mismo disco se registró originalmente Herida azul, zamba cuya letra le pertenece a la tía María Elena y que en este trabajo Raly interpreta junto a la catamarqueña Nadia Larcher.  Según Raly, Milena Salamanca propuso cantar Siete palabras. En tono intimista, la cantora platense puso su voz a esta obra, originalmente publicada en el disco La niña de los andamios (2017).

Niña fuego de la América sangrada, completa la nómina de temas seleccionados del disco Rodar y también es la última de este álbum. En la versión original intervino Liliana Herrero y, para esta nueva mirada, las invitadas son la salteña Micaela Chauque (voz, caja, vientos) y su tía María Elena relatando un texto.

En el proceso de producción de este disco, Raly logra conectar profundamente con las invitadas, más allá de las notas musicales, con un rumbo estético sostenido por la belleza de las canciones. El artista propone un viaje a su interior con el plus que supone el aporte de las convidadas.

La variedad rítmica también forma parte de las novedades que muestra Raly. La necesidad interna de manifestarse y los vínculos establecidos lo alimentan y lo hacen crecer, lo cual abre la ventana a que sus ideas estéticas y su forma de ver la música nos sigan sorprendiendo en el futuro.

 

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